Problemas emocionales que enfrentan los padres con niños especiales 

Los padres de niños con problemas mentales suelen experimentar una gama de emociones a través de los años. A menudo luchan contra la culpa. Uno o ambos padres pueden sentirse responsables de alguna manera porque su hijo tiene una discapacidad, ya sea desde la genética, el consumo de alcohol, el estrés, u otras razones lógicas o ilógicas. Esta culpa puede dañar su salud emocional si no se trata. Algunos padres luchan contra el "por qué" y experimentan una crisis espiritual o culpan al otro padre. Casi todos los padres tienen grandes aspiraciones para sus hijos desde el momento en que nacen y pueden experimentar una gran decepción al saber que no va a ser presidente, médico, actor, o lo que tenían en mente para su futuro. Estos padres deben enfrentar la "muerte" del hijo perfecto que existía en su mente y aprender a amar y a aceptar al niño que tienen. En ocasiones, se sienten avergonzados de que su hijo sea discapacitado mental.

El agotamiento físico y estrés

El agotamiento físico puede pasar factura a los padres de un niño con problemas mentales. El grado en que se dan estas condiciones por lo general tiene relación con la cantidad de cuidados que el niño necesita. Alimentarlo, bañarlo, moverlo, vestirlo y cambiar los pañales de un bebé es mucho más fácil que hacer físicamente las mismas tareas con una persona que pesa 80 libras (36 kg). Quizás también haga falta que el niño acuda a muchas más citas con los médicos y otros profesionales sanitarios que un niño típico y pueden necesitar supervisión médica. También puede pasar que tengan que ser permanentemente controlados para evitar que se hagan daño inadvertidamente como cayéndose por las escaleras o caminando por la calle. Estas responsabilidades adicionales pueden cobrar un cansancio físico en un padre, lo que lleva al agotamiento. La Academia Americana de Médicos de Familia, sostiene que estos problemas pueden causar un estrés de un nivel importante en quienes cuidan a estos niños.